¿Quién puede ser mi director espiritual?


¿Dónde puedo encontrar un director espiritual? 

Hay que hacer una cuidadosa búsqueda antes de elegir un director espiritual, tal vez más que para buscar esposo o elegir el colegio correcto. Después de todo, estas buscando una persona a la que, en parte, le estás confiando tu salvación y tu santificación. Recuerda que esto puede tomar varias pruebas hasta encontrar la persona correcta. 

Tu director espiritual puede ser un sacerdote o un laico. 

Un posible camino es ver en a tus amigos quiénes toman seriamente su vida interior y apostólica. Pregúntales por una referencia. Si ves en ellos un esfuerzo serio por la santidad, no hay duda que ellos se están aprovechando de un buen director espiritual. 

Un segundo camino es buscar una persona, un sacerdote o un laico, en quien tu veas: 
  • una profunda piedad, 
  • sabiduría, 
  • experiencia, 
  • madurez, 
  • preocupación por la espiritualidad de las almas 
  • y una incuestionable fidelidad a todas las enseñanzas de la Iglesia. 
El no necesita un formal entrenamiento en dirección espiritual. Las características que se mencionan son suficientes para dictar clases o para un título. Después de todo el primer director espiritual de Karol Wotyla fue un sastre. Luego trata de conseguir de él un tiempo libre para ti. Te garantizo que tiene una larga fila de clientes. 



¿Con qué frecuencia? 

Deberás tratar de hacerla de modo regular, generalmente no menos que mensualmente y a menudo semanal o quincenalmente. A pesar que las necesidades varían, normalmente una sesión bien preparada de dirección espiritual no necesita más que una media hora. 

Es bueno concretar las resoluciones tomadas de las normalmente pocas palabras del consejo dado. Estas resoluciones deben ser llevadas a la oración y acción y luego hablar sobre ellas si es posible, en el próximo encuentro. 

Trata de no dejar nunca tu encuentro sin fijar la próxima cita. 

¿Dé que hablar? 

Tal vez tu quieras establecer las reglas con el director mismo. Ciertamente la calidad y cantidad de tu oración y lectura espiritual y vida sacramental siempre deberían ser tratadas. Tu lucha por vivir como cristiano en el matrimonio y familia, trabajo, amistades y vida social debe normalmente ser considerada específicamente. Esto requerirá un esfuerzo dirigido a una especial área de la vida la cual necesita mejorar estos defectos o fallas que te impiden hacer progresos más rápidos hacia la santidad. 

Con el tiempo, tus esfuerzos para compartir tu fe de un modo natural con aquellos que te rodean pueden ser también un tópico de discusión. Estos esfuerzos pueden tener buenos resultados en gracias de Dios en reconciliaciones, conversiones y vocaciones. 

Y, oh sí, de vez en cuando puedes simplemente tener la necesidad de liberarte de inesperadas alegrías y tristezas que vienen en el peregrinar por la casa de Dios, tu Padre. 

Si estas viendo un sacerdote para dirección también puedes recibir el Sacramento de la Penitencia, agregando la gracia sacramental a las otras gracias recibidas al haberte abierto y sido dócil en la conversación con tu director espiritual.

¡Salí de la tibieza!

Infortunadamente cuantos católicos, como Thomas Merton, hablando de si mismo, en “La montaña de siete pisos” dice “relegados a los rangos de la tibieza, estupidez y sin energía, los Cristianos indiferentes viven una vida que es medio animal y quienes apenas hacen un esfuerzo por mantener vivo el aliento de la gracia en sus almas”. Merton se responde “debí haber buscado una dirección espiritual completa y constante.” 

La dirección espiritual es un importante paso para ayudarnos a identificarnos con Cristo para que podamos ayudarnos a construir a través de nuestra oración y sacrificio la “civilización del amor y la verdad” que soñó Juan Pablo II.